Por medio de ellas podemos comunicarnos con Dios, bien sea para agradecerle, hacer una petición o simplemente para expresar nuestras emociones y pensamientos en búsqueda de orientación y consuelo.
Dios mío bendice mi casa para que sea el templo del amor y la paz. Bendice la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la bienvenida
a mis seres queridos.
Bendice las ventanas que permiten la entrada de los rayos del sol cada mañana iluminando mi hogar y en la noche se asoman las estrellas
como semillas de esperanza.
Bendice las paredes que nos protegen del viento y del frío, permitiéndonos disfrutar de un cálido hogar. Bendice nuestra mesa, espacio abierto para compartir
en familia y entablar el diálogo cotidiano.
Bendice el techo que cobija los logros de hoy y los proyectos del mañana, recordando para siempre entre los vivos la memoria sagrada de quienes se han ido.
Bendice los sentimientos, los anhelos y el afecto que día a
día florecen al interior de nuestro hogar.
Bendice nuestros pensamientos para que sean puros y transparentes,
nuestras palabras para que sean rectas y haz que nuestros actos
estén siempre encaminados hacia ti.
Bendice nuestras horas de paz, silencio y meditación,
para que fortalezcamos siempre nuestro espíritu.
Bendice nuestras alegrías y tristezas, porque éstas constituyen el corazón de la familia. Señor quédate siempre con nosotros en nuestra casa, tu morada.
Gracias Señor.
Amén
Dios mío ayúdame a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que quieran decirme, a contestar y resolver con cariño todas sus preguntas e inquietudes.
Hazme tan amable con ellos como quisiera que fuesen conmigo.
No me permitas interrumpirlos hablándoles de mala forma, haz que mi comunicación hacia ellos siempre este inundada de amor.
Dame el valor para reconocer y comunicarles mis fallas, no permitas que me burle de sus errores y desaciertos, ni que los humille o avergüence en frente de sus
amigos o hermanos como forma de castigo.
Permite que mi conducta sea ejemplar y les enseñe las acciones correctas que conforman la interacción con los otros; basadas siempre en
el respeto y la sana convivencia.
Te pido que me guíes siempre para enseñarles, en todo lo que diga y haga, que la sinceridad es la fuente de la honestidad.
Haz que siempre tenga a flor de labios una palabra de
estímulo y aliento en tiempos difíciles.
Ayúdame a tratar y exigir a mis hijos conforme a sus edades, sin pretender que asuman responsabilidades poco consecuentes con sus habilidades y destrezas, que lleguen a irrumpir en el desarrollo armonioso de su infancia.
No permitas que les robe las oportunidades de actuar de forma
autónoma con responsabilidad y sentido social.
Prohíbeme maltratarlos de forma tanto física como verbal usando el pretexto de corregirlos, por el contrario permíteme siempre disponer de tiempo y paciencia para ellos, para expresarles mi amor y felicidad por tenerlos en mi vida.
Concédeme el poder para satisfacer sus deseos justos y necesidades y dame sabiduría para negarles caprichos que a futuro les causarán daño.
Hazme tan justo y tan considerado que pueda ser su mejor orientador en el recorrido del camino de la vida, permite que me sigan por amor y no por temor,
convirtiéndome en su líder y no en su jefe.
Aleja de mis hijos todo el mal y las malas influencias, enséñales a ver con claridad el corazón y las intenciones de aquellos que se crucen en su camino.
Gracias Señor.
Amén
Dios mío permíteme comprender mejor a mis padres, entender su afán por corregir
y encaminar mis acciones por el camino del bien.
Agradezco cada día porque me has bendecido con su presencia, ellos han sido testigos de mi proceso de crecimiento y madurez, y me brindaron todas las herramientas para poder alcanzar las diferentes metas
que he trazado a lo largo de mi vida.
Haz que cada uno de mis actos y gestos manifiesten mi gratitud
y amor por tantos años de dedicación y enseñanzas.
Conviérteme en un buen hijo al retribuirles todo su amor, paciencia y sabiduría.
Hazme sentir orgulloso de contar aún con su compañía, del privilegio de compartirles las alegrías y tristezas que me acompañan cada día.
Agradezco cada uno de sus regaños y consejos, ya que con su experiencia me enseñaron a ser un mejor ser humano cada día.
Enséñame a replicar sus actos cuando esté orientando a mis hijos, convirtiendo mi comportamiento en modelo de guía y orientación.
Gracias Señor.
Amén
Hoy quiero presentarte Dios a los enfermos, te pido que te compadezcas de ellos, permíteles reconocer su existencia, haz que se renueve su fe y su esperanza en ti.
Compadécete por aquellos que sufren en su cuerpo y que sufren en su alma, ellos escuchan atentamente los testimonios de todos aquellos actos que tu Espíritu renovador realiza en el mundo entero.
Bendice a todos los enfermos y permíteles encontrar nuevamente salud en sus cuerpos y en sus vidas; comparte con ellos las maravillas de tu amor para que sean testigos de tu poder y de tu compasión.
Sánalos en su cuerpo, en su alma y en su corazón. Concédeles la felicidad de continuar compartiendo con sus familias y seres queridos.
Conociendo la grandeza de tu corazón, desde ahora te agradecemos por sanar, con tu inmensa misericordia, todas aquellas personas con quebrantos de salud.
Gracias Señor.
Amén
Te doy gracias Señor por el trabajo que tengo, te pido bendigas
mis labores y las de todos mis compañeros.
Ayúdame a ser un colaborador eficiente en el trabajo con los demás y haz que mis acciones potencialicen el bienestar de la empresa.
Te agradezco porque a través de mi trabajo me puedo realizar humana y profesionalmente, obteniendo de él el beneficio
de suplir todas las necesidades de mi familia.
Ayúdame a descubrir en el trabajo una posibilidad de construir un mundo mejor.
Permíteme desempeñarme de la mejor manera posible, superando las adversidades y progresando cada día para que cada acción posibilite el surgimiento de la empresa.
Condédeme la salud y energía necesarias para poder realizar mis
Funciones laborales diarias de una manera idónea.
Permíteme generar un ambiente laboral favorable para unas relaciones humanas agradables que potencialicen el trabajo en equipo.
.
Gracias Señor.
Amén
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